Representante del deseo pasional y el amor, así es Eros en la mitología griega. Un dios retratado usualmente como un joven hermoso, despreocupado y que es la gran imagen de la atracción física. 

Sus poderes relacionados con los sentimientos irreprimibles, la fuerza del corazón y el poco control sobre un sentimiento tan poderoso como el amor, es parte de su legado. De ese que se explicará más a continuación. 

¿Quién es Eros en la mitología griega?

Eros en la mitología griega es un dios primordial que representa a la atracción sexual y a la fertilidad. Este dios griego también es conocido por su equivalente romano que goza de más renombre en la cultura popular, Cupido. 

Pero es innegable que, en los tiempos de la veneración a los dioses griegos, a esta deidad se le rendía tributo para avivar el fuego de la pasión en hombres y mujeres, además de hacerlo entre hombres a otros hombres.

Aparte de ser la imagen del amor erótico, Eros es importante para el arte griego por representar de la misma forma al impulso creativo. En otras palabras, ser parte de la creación y de imponer un orden en el cosmos durante su creación. 

La historia de Eros en la mitología griega

Eros en la mitología griega es reconocido por tener una imagen juguetona y un poco traviesa. Aunque sus ataques de crueldad son algunas veces narrados de la misma manera. Lo que sí es indiscutible es su propio poder, ese del cual no se podían escapar los propios inmortales. 

Algunas historias narran como Eros en la mitología griega usaba a los dioses como juguetes en sus travesuras, incluyendo al mismo Zeus. Aun así, sus poderes no servían en las diosas vírgenes como Artemisa, Atenea o Hestia. Estas son algunas de sus historias más famosas.

Eros y Psique

La belleza de Psique, despertó los celos de Afrodita, quien no soportó que una mortal tuviese semejante belleza. Debido a que algunos hombres estaban elevando altares en su honor, no era algo que la diosa podía permitir.

Celosa de esta, pidió a su hijo Eros que la hiciese enamorarse de un hombre feo, específicamente del hombre más feo del mundo. Sin embargo, Eros no pudo cumplir tal misión porque él mismo se enamoró de ella. Llevándola así a su casa.

Las hermanas de Psique la indujeron por celos a que traicionase a Eros, y por ello, el dios la expulsó de su hogar. Se contó que, desde entonces, Psique vagó por el mundo buscando el amor perdido.

Eros y Afrodita

A pesar de ser en algunas versiones, madre e hijo, Afrodita y Eros solían competir entre ambos. En una de sus competiciones apostaron por saber quién recogería más flores en un prado. Debido a que Eros era un dios alado, este llevaba la ventaja, hasta que intercedió la ninfa Peristera. 

Esta ninfa recogió por su propia cuenta varias flores que le cedió a Afrodita, logrando con ello que la diosa fuese la ganadora. A Eros esto no le sentó muy bien, por lo que transformó a la ninfa en una paloma. 

Otra historia con Afrodita cuenta que a esta en realidad no le gustaba que su hijo tuviese el aspecto perpetuo de un niño, por lo que pidió a Temis que es la diosa de la justicia, intervenir en su crecimiento. El consejo de Temis fue que le diese un hermano, por este consejo fue que nació Anteros, o el contraamor. Curiosamente, cada vez que Eros tenía cerca a su hermano, éste crecía, no obstante, al estar distanciados, perdía el tamaño que había ganado.

Eros y otras travesuras

Como Eros era famoso por su travesura, también resalta la historia de cuando hizo que Ródope y Eutínicio, dos compañeros castos de Artemisa, sintiesen amor por el otro. Artemisa terminó convirtiendo a Ródope en una fuente como un castigo por esto.

Del mismo modo, se cuenta que Eros fue el responsable de hacer que Apolo se enamorase de la ninfa Dafne, y al mismo tiempo hacer, que la propia ninfa detestase al romance. Ello con sus flechas, sus flechas doradas podían hacer que amases a alguien, y las flechas de plomo, que lo detestases. Con sus flechas Eros aterrorizó a mortales e inmortales según ha sido narrado. 

Relaciones de Eros con otros personajes de la mitología griega

El origen de Eros en la mitología griega se relata en diferentes formas. Hay quienes lo consideran como el hijo de Nicte, una diosa primordial de la noche, y Erebo, un dios primordial de la oscuridad. 

Pero hay otras historias en las que se considera que este era hijo de Ares y Afrodita, siendo el resultado de la aventura apasionada de estos dioses. O siendo un asistente de Afrodita. Según esta versión, Eros sería hermano de Fobos, Deimos y Harmonia. Otro de sus hermanos sospechados es Anteros, que sería el vengador del amor que no es correspondido.

También existe otra versión en donde se indica que fue concebido en realidad por Penia, la pobreza, y por Poros, la abundancia. Otras versiones se van más allá, y mencionan a Eros como uno de los dioses primigenios, esos que son responsables de la creación en conjunto con Gea, la Tierra, y Caos, representando con ello al amor universal.

Por igual, otra de sus grandes relaciones referidas es la que tuvo con Psique. Esta relación es en sí la representación del deseo y la belleza, y cómo estas se atraen. Sus relaciones en general fueron narradas haciendo honra a su propia personalidad, una apasionada y llena de intensidad por doquier.

Importancia cultural de Eros en la mitología griega

Eros en la mitología griega fue representado de innumerables formas a lo largo de su historia. Siendo un joven alado responsable de los flechazos del amor, en el arte y la literatura fue extensamente representado. Por ejemplo, en la cerámica griega se le puede apreciar como una figura recurrente en escenas románticas o en bodas al sobrevolar sobre los protagonistas. 

Asimismo, se le puede ver en el nacimiento de Afrodita o hasta en la creación de Pandora. Los joyeros griegos amaban representarlo junto a Psique como una pareja, siendo de los favoritos para las figuras de terracota. 

La mayoría de las figuras de niño alado haciendo referencia a su contraparte romana, Cupido, son una clara referencia a éste. Por lo que, prácticamente todas las representaciones de éste en cine y televisión lo tienen como una fuerte inspiración.