Tánatos en la mitología griega tiene un rol interesante por explorar. Considerado como la personificación de la muerte, este dios no tenía una personalidad o legado violento, sino por el contrario a Tánatos se le conoce como el dios de las muertes no violentas.

Lo cual lo ha convertido en una figura temible, como cualquier dios relacionado con la muerte, pero al mismo tiempo en una figura benéfica por estudiar.

¿Quién es Tánatos en la mitología griega?

Tánatos en la mitología griega es uno de los dioses de la muerte, su imagen implicaba a los mortales que tenían que dejar ir a la vida, entregarse a la calma que conlleva con ella la muerte. Si bien la muerte era un estado al cual temer, para los antiguos griegos la personificación de una muerte no violenta, era más llevadera. 

Tánatos en la mitología griega no era un dios de alto rango, incluso hay una historia en donde el semi dios Heracles le vence. Aun así, en una mitología plagada de muertes violentas y formas dolorosas de ser castigado, un dios como Tánatos tiene un significado bastante atractivo. 

La historia de Tánatos en la mitología griega

Las historias relacionadas con Tánatos en la mitología griega son una interpretación llamativa sobre la muerte en sí. En cómo los griegos percibían a la muerte, y al ser uno de los dioses de la muerte, éste se encontraba bajo las ordenes de Hades. 

Tánato y Sísifo

Tánatos en la mitología griega cumple un rol tranquilo y tiene algunas intervenciones, una de sus historias más famosas gira alrededor de Sísifo. 

Éste, el hijo del rey Eolo, fue capaz de escapar del reino de Hades por su astucia. Él le hizo saber a Asopo que fue Zeus él que se llevó a su hija Egina. Como castigo fue Zeus quien mandó a Tánato en contra de Sísifo, sin embargo, el mismo ató a Tánato para que así los hombres dejasen de morir. 

Durante ese tiempo, fue lo que ocurrió. Los hombres dejaron de morir, por eso tuvo que intervenir Ares para liberar a Tánatos. 

Tánatos y Heracles

Una historia similar volvió a repetirse cuando Tánatos tuvo que presentarse para llevarse a Alcetis, ella ofreció su alma a cambio de la de su esposo, el rey Admeto de Feras. Pero el rey amaba mucho a su esposa como para dejar que se la llevasen.

Como Heracles en ese momento estaba siendo huésped en la casa del rey, quiso compensar esto luchando contra Tánatos para que no se llevase el alma de Alcetis. Heracles fue en contra de Tánatos, ganándole en un combate. Eso hizo que Alcetis pudiese quedarse en el mundo de los vivos, mientras que el dios tuvo que irse. 

No obstante, con este evento, Tánatos pidió que su autoridad no fuese más desafiada, porque hacerlo alteraría el balance entre el mundo de los vivos y de los muertos. Ya que de por sí, la muerte no es un destino aterrador para todas las almas, sino uno necesario. 

Relaciones de Tánatos con otros personajes de la mitología griega

Con respecto a la familia de Tánatos en la mitología griega, se conoce que este era hijo de Nix, la representación de la noche, mientras que algunas versiones también mencionaban a Érebo, la representación de la oscuridad, como su figura paterna. 

Tánatos en la mitología griega era hermano de las Keres, quienes guiaban a las muertes violentas. Las Keres siempre estaban sedientas de la sangre propia de las muertes violentas. Otras versiones mencionan que Tánatos era también hermano gemelo de Hipnos, la representación del sueño. 

Tánatos en la mitología griega se encontraba bajo las órdenes del dios gobernante del inframundo, Hades. Siendo su rol principal el de llevar a los fallecidos al inframundo, una vez se acabase el tiempo que les habían concedido las Moiras. 

Curiosamente, algunas versiones dicen que Nix en lugar de ser su madre, era su hermana y esposa. Ambos teniendo dos hijas, Hemera, el día, y Éter el brillo. Otros hijos atribuidos a Tánatos son Moros (el destino), Geras (la vejez), Eris (la discordia), Momo (la burla), Filotes (la amistad), los Oniros (los sueños), entre otros más. 

En lo que sí coinciden la mayoría de las versiones es en que con su hermano gemelo Hipnos, poseían una relación muy estrecha. Una que les permitía ir a todas partes juntos, demostrando así como el sueño era un tipo de anticipación a la muerte.

Tánatos era una figura de la cual era imposible escapar, por más que se le temiese, al final su presencia auguraba una partida pacifica que había que aceptar. La muerte como parte de la vida, este era el mensaje que su mito quería dejar a quienes aprendiesen del mismo.

Importancia cultural de Tánatos en la mitología griega

Tánatos en la mitología griega inspiró diversas expresiones artísticas a lo largo de los siglos donde su mito fue esparcido. Existen restos de vasijas áticas en lo que se muestra como éste se llevaba a los héroes griegos que fallecían, como son Memnón y Sarpedón. 

Algunas veces Tánatos en la mitología griega era retratado como un hombre mayor, mientras que en otras ocasiones como un hombre de menor edad. Tánatos aparece en la Ilíada de Homero alrededor del 750 a.C.  A medida que el tiempo fue avanzando, la figura de Tánatos fue evolucionando de ser un hombre viejo empeñado en llevarse almas al territorio de Hades, a un hombre más joven cuya tarea era inevitable. Su figura pasó de ser horrorosa a una más aceptable y comprensiva, a representar el descanso eterno. 

En representaciones posteriores, se le refleja como una figura alada de ojos muy penetrantes, e incluso con un uniforme de batalla. Aunque cabe destacar que Tánatos no tenía como tal un culto establecido en su honor, su figura era venerada en compañía de otros dioses como Fobos o Gelos. 

Otro dato interesante, es que la figura de Tánatos está presente en el campo de la medicina actual. Por ejemplo, es por su nombre que al estudio de la muerte se le llama tanatología; o es por él que fue llamado al miedo exagerado a la muerte tanatofobia. Incluso la palabra “tanatorio”, el sitio en donde se depositan a los cadáveres para ser enterrados o cremados, proviene de su nombre.