¿Quién es Ah Puch?

Ah Puch (Yum Cimil/Señor Nueve) es el dios de los muertos más temido y venerado por el panteón maya, el dios del inframundo que simboliza no sólo el final de la vida, sino la migración a una vida diferente a la que se deja. Su nombre está relacionado con los nueve niveles del inframundo, que se entiende que dirige, y a menudo ah Puch se encuentra representado con rasgos esqueléticos que evocan la muerte, la podredumbre. 

La imagen de Ah Puch es potente y terrorífica y con frecuencia se le asocia con una calavera dentada, colmillos afilados y ornamentaciones que recuerdan su complicada relación con la muerte. 

La imagen de Ah Puch en la muerte y en la muerte y en los ritos funerarios y ceremoniales es importantísima para asegurarse de que los muertos puedan migrar. Ah Puch, a pesar de su horrendo lugar, es lo relevante de que hay que plegar a su necesidad de mantener el equilibrio entre el destino de dios de la muerte y el de su contrapartida, la vida.

La historia de Ah Puch: Dios de la muerte y su conexión con el inframundo

Orígenes y mitología

Ah Puch tiene su origen en las costumbres religiosas de los mayas vinculados con la defunción y la tradición del más allá. En la mitología maya se dice que Ah Puch está en Xibalbá, el inframundo, donde abundan el peligro y la oportunidad de atravesar este mundo oscuro, el cual está pletórico de temas como el sufrimiento, el miedo y otros elementos peligrosos que las almas deben atravesar antes de llegar a la vida después de la muerte. El inframundo puede ser entendido como un lugar para caracterizar a las almas, para evitar que alcancen su destino final. Ah Puch actúa como un guía de esta clase de almas para conducirlas hasta su destino. 

La deidad del ah Puch va unida con las ceremonias funerarias. Los mayas necesitaban rendir culto a este dios para asegurar un paso seguro a través del inframundo y en el que en las ceremonias funerarias para endurecer los ritos funerarios se ofrecían ofrendas al ah Puch que se hacían para hechizar para tranquilizar al ah Puch para que los difuntos se marcharan en paz. 

El ciclo de vida y muerte

La relación de este dios maya con la vida, la muerte y el ciclo de transformación es importante para poder entender y explicar su función dentro de la cosmovisión maya. Para los mayas, la muerte no es un final absoluto: la muerte refleja más bien un paso a otra forma de vida. Ah Puch enfatiza esta ambivalencia de la figura de la muerte: es el final físico de la existencia, pero también es el causal de la transformación.

Los mitos mayas; por ejemplo, cuánto vienen a evidenciar que la muerte es necesaria para volver a nacer. La agricultura está vinculada a la muerte; la semilla debe morir, debe proporcionar una diestra a otro ciclo vital, salida de la tierra, por ejemplo. De esta forma, Ah Puch no sólo es la muerte, sino que también simboliza la continuación del ciclo vital.

Composiciones artísticas de Ah Puch

Las producciones artísticas en relación con el dios de la muerte son muy abundantes. Simbolismo muy variado en el cual Ah Puch es considerado como un esqueleto, como una calavera, como un dios con elementos relacionados con la muerte (huesos expuestos, elementos que representan su defunción). 

Ah Puch también puede incluir imagen de colmillo, elementos decorativos como cascabeles/mariscos. En algunas de las composiciones aparece con un hacha, con una antorcha, elementos que hacen referencia a su locación como el gobernante del inframundo. Las composiciones gráficas que se utilizan no sólo tienen que ver con su función de regidor de la muerte, sino que también reflejan su conexión con los ciclos naturales del mundo. 

Relaciones de Ah Puch con otros dioses

Ix Chel: La diosa de la luna

Ix Chel es otra figura relevante en la mitología maya que contiene un estrecho vínculo con Ah Puch. Ix Chel diosa lunar podría significar la fertilidad y el ciclo menstrual; su unión con Ah Puch es la imagen del equilibrio entre vida y muerte. Mientras la diosa Ix Chel simboliza los nacimientos y la fecundidad, el dios Ah Puch denota el termíno o final del ciclo. 

Los mayas consideraban que ambos dioses ayudaban a conservar el equilibrio cósmico del cual vivían. Este estremecimiento entre los dioses nos acerca a comprender cómo eran los mayas y la forma en la que sabían que las fuerzas de la naturaleza; todo y cada cosa tiene su lugar en el ciclo cósmico.

Chaac: El dios de la lluvia

Chaac es otro dios importante de la mitología maya que se encuentra muy vinculado a Ah Puch. La influencia de Chaac como dios de la lluvia es fundamental para asegurar buenas cosechas, pero su unión con Ah Puch da a entender que, para el equilibrio cósmico, estas fuerzas de la naturaleza debían unirse. Chaac y las invocaciones a Ah Puch se daban en ceremonias, en épocas agrícolas, pues los mayas pensaban que honrando a los dos aseguraban no solo abundancia de los cultivos sino también el equilibrio de sus necesidades espirituales y materiales. 

Importancia cultural de Ah Puch

Celebraciones y rituales en honor a Ah Puch

Para los mayas, las ceremonias rituales que estaban dedicadas a Ah Puch tenían un sentido plenamente introyectado, existía una relación simbólica y consustancial con esta deidad. A través del ritual que podía ser la de danza, ofrenda de alimentos o bien, simbólicamente, sacrificios que eran sacrificios de origen animal; ceremonias rituales de todo tipo eran las que llevaban a cabo, ceremonias rituales que eran fundamentales e importantes, ceremonias rituales que no sólo tenían un sentido y una finalidad de permitir que el difunto accediese a la otra vida, sino de reafirmar la continuidad entre los hombres y el mundo de lo divino.

Los sacerdotes tenían un papel importante en el seno de esta festividad; eran ellos quienes intercedían ante Ah Puch en nombre del pueblo. La formación que habían recibido en los rituales de carácter funerario les permitía dirigir a cada una de las familias en esas prácticas de carácter religioso. 

La muerte como parte del ciclo natural

La figura de Ah Puch está íntimamente relacionada con el concepto mayas del ciclo natural. Para el pueblo maya era fundamental conocer a Ah Puch para entender su concepción de la misma vida. La muerte no era entendida como algo negativo, sino que era significada como una parte consustancial del ciclo vital. 

El pueblo maya consideraba fundamental recordar a sus antepasados para conseguir el equilibrio entre las cosas. Las ofrendas que el pueblo maya hacía a Ah Puch era un modo de asegurarse que los muertos fueran recordados y respetados. 

Conclusión

Ah Puch (Yum Cimil) no es un simple dios, sino que es vida y muerte, significado que lo recoge todo en relación con la muerte y el inframundo en la cultura maya, pero su figura encarna no solo el final físico sino también un profundo vínculo entre las personas y la naturaleza.

Por medio del culto al dios de la muerte los maya dan gracias por aquellos bienes de los que son receptores, pero recordando que el ser humano ha de comprometerse con prácticas hacia su entorno natural. A pesar de haber pasado varios siglos desde su culto actual, Ah Puch todavía es un símbolo cultural válido alrededor de México y Centroamérica.

La historia de los Ah Puch nos lleva a pensar sobre nuestra propia relación con el ciclo natural de vida, muerte, renacimiento en un mundo donde el dominio del término “sostenible” crece cada vez más en reconocimiento, su legado sigue iluminando caminos hacia una forma nueva y más comprensiva de enfrentarse al mundo.