La mitología griega presenta relatos extravagantes y con fuerza, además de dioses y héroes, los antiguos griegos también idearon diferentes bestias y criaturas cuyas imágenes son parte de la cultura y del inconsciente humano.
Desde los escenarios mitológicos más espantosos hasta la utilización de animales simbólicos, dichas criaturas ocupan, junto a sus dueños, el centro de las epopeyas y de las historias épicas, porque los animales comparten las cualidades humanas, moral y destino, al ser los acompañantes de los dioses enemigos de los héroes.
En esta oportunidad hablaremos de algunos de los animales mitológicos más emblemáticas, su simbolismo, el rol que tienen en los mitos y su influencia cultural.
Criaturas y bestias míticas: simbolismo y significado
El animal mitológico además de acompañar y asistir a los héroes y dioses, puede representar ideas profundas. En ocasiones un símbolo de las tensiones entre opuestos, como la lucha entre el orden y el desorden, el bien y el mal, la naturaleza y la humanidad. Seres extraordinarios que pueden ser terroríficos, fascinantes al mismo tiempo.
Por ejemplo, criaturas como la Hidra de Lerna, el León de Nemea, etc. son símbolo del reto y la superación, seres como el Pegaso evocan la libertad o el poder celeste. En el estudio de estas criaturas podemos rastrear una mejor lectura de los valores y las inquietudes de la sociedad humana, griega antigua.
Los animales más emblemáticos de la mitología griega
El Pegaso: El caballo alado
Nació de la sangre de la gorgona Medusa, que fue decapitada por el héroe Perseo. Pegaso representa la libertad, el mismo ideal del mismo espíritu por elevarse, considerándolo su vuelo como uno de los más amados de los animales que forman parte de las leyendas.
Según la leyenda Pegaso fue apresado por el héroe Belerofonte que montó sobre él y fue a combatir a la terrible quimera y después de haberla vencido elevó Pegaso a los cielos para vivir entre los dioses. Pegaso se ha convertido en arte, Pegaso se ha convertido en literatura, convirtiéndose en símbolo de la inspiración y de la creatividad; simbolizando de este modo la idea de que el esfuerzo y la pureza llevan a lo más alto.
La Quimera: El monstruo híbrido
Pocos de los seres fantásticos de la mitología griega presentan un aspecto tan horrible y raro como la Quimera. Era un ser que tenía el cuerpo de un león, la cabeza de una cabra que surgía de la espalda y una cola que se remataba en una serpiente. En términos más sencillos, tenía aspecto raro, pero también amenazador era su don especial de lanzar fuego por la boca.
La leyenda de Belerofonte nos narra cómo, montando a Pegaso, Belerofonte abatió a esta criatura disparándole una flecha mientras volaba sobre ella. Desde luego y de forma simbólica, la Quimera era la imagen de la mezcla desordenada de fuerzas y el reto de aquel orden que los héroes griegos intentaban restaurar.
La Hidra de Lerna: El monstruo de múltiples cabezas
Una enorme serpiente con múltiples cabezas. Siempre que se le cortaba una cabeza, crecía otra. Este monstruo vivía entre los pantanos de Lerna y fue uno de los trabajos más difíciles que tuvo que realizar Heracles en sus doce trabajos.
Con la ayuda de su sobrino Yolao, la Hidra fue eliminada por Heracles. Cuando le cortaba la cabeza, después, quemaba el cuello para que no crecieran más las cabezas, lo que tiene su interpretación: para resolver los problemas persistentes se necesita de astucia. La Hidra puede servir para la introducción de esta lección que implica tener que hacerse cargo de los problemas de la vida.
El Minotauro: La bestia del laberinto
Mitad de un hombre y la otra mitad de un toro, habitaba en un laberinto que fue diseñado por Dédalo en la isla de Creta. El rey de Creta, Minos, recibió de parte de Poseidón un toro sagrado; en lugar de devolverlo al dios del mar, decidió sacrificarlo a su modo.
Por haber violado el pacto, Poseidón hizo que Pasífae, la esposa de Minos, se enamorara del toro. De esta extraña unión nació el Minotauro. Temido por los que compartieron su tiempo, el Minotauro tenía un insaciable deseo por la carne humana, lo que llevó a la realización de sacrificios de jóvenes todos los años para saciar la voracidad del monstruo. Hasta que llegó el héroe Teseo, quien con ayuda de Ariadna y con su famoso hilo, mató al Minotauro. El Minotauro representa por sí mismo la brutalidad y el caos en el laberinto que representa las complicaciones del alma del ser humano y los caprichos del destino.
El Fénix: El ave de la resurrección
El Fénix es otro ser mitológico, aunque no sea exclusivamente griego, que tuvo un lugar particular dentro de su cosmología. Esta ave fabulosa, que cada cierto número de años se consume en llamas, renace de sus propias cenizas. Un símbolo universal de la renovación, la resurrección y el ciclo de la vida en la que todo lo que es vuelve a ser.
El Fénix, a pesar de que no tiene protagonismo dentro del mito de las luchas épicas o de las aventuras heroicas, es lo que representa la esperanza por excelencia, la inmortalidad y la capacidad de renacer a partir de las dificultades. Era una de las representaciones que afirmaban de los griegos el hecho de que la vida continúa, también en los momentos más difíciles.
Cerbero: El guardián del inframundo
Es otro de los animales mitológicos más temidos. A este monstruo se le encargaba de vigilar las puertas del inframundo. En su tarea era asegurarse de que los muertos no se escaparan y de que los vivos no pudieran entrar sin autorización. Era una de las criaturas bajo el servicio de Hades, el dios del inframundo.
Uno de los trabajos que le corresponde a Heracles era el de capturar a Cerbero y conducirlo al mundo de los vivos, tarea que cumplió sin llegar a matarlo en el proceso. Cerbero representa el poder de la muerte y el más allá, su total lealtad hacia Hades nos sugiere la impermeabilidad que prime en el reino de los muertos.
El papel de los animales en los mitos griegos
Los animales míticos no eran solamente seres a los cuales se debía vencer por parte de los héroes, ni bien solamente seres bellos con los cuales los dioses debían atesorar la idea del miedo o el deseo, sino que, expresaban la lucha interna del ser humano; atestiguaban sus temores como también sus deseos, como su lucha contra aquellas fuerzas que escapaban a la voluntad de los dioses. Tenían un sentido simbólico e ilustraban todo un modo griego de concebir el destino, la justicia de los dioses, la vida misma.
La influencia de los animales mitológicos en la cultura moderna
Los animales mitológicos han asombrado a generaciones a lo largo de la historia. En el arte, en la literatura, en el cine y en la cultura popular vemos constantes reinterpretaciones de seres mitológicos como el Pegaso, la Quimera, el Fénix…
En muchas de las historias contemporáneas estas criaturas constituyen pruebas u oponentes de los protagonistas en la misma línea que lo hacían los antiguos mitos griegos.
Con todo, es difícil imaginar la fantasía moderna al margen de la influencia que han tenido estas criaturas míticas, de los dragones a los centauros pasando por los hombres lobo…
El legado de la mitología griega sigue organizando una forma en que imaginamos lo fantástico, lo desconocido.
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