Descubren representación tridimensional antigua en roca en Francia

Investigadores han descubierto lo que posiblemente sea el mapa tridimensional más antiguo del mundo, localizado en un megaclasto de arenisca cuarcítica en la Cuenca de París.

¿Qué sucedió?

El refugio rocoso de Ségognole 3, conocido desde la década de 1980 por sus grabados artísticos de dos caballos en un estilo del Paleolítico Tardío a cada lado de una figura femenina, ahora se ha revelado que contiene una representación en miniatura del paisaje circundante.

El Dr. Anthony Milnes de la Escuela de Física, Química y Ciencias de la Tierra de la Universidad de Adelaide, participó en la investigación liderada por el Dr. Médard Thiry del Centro de Geociencias Mines Paris – PSL.

¿Dónde y cómo ocurrió?

La investigación sugiere que parte del suelo del refugio de arenisca que fue moldeado y adaptado por humanos del Paleolítico hace unos 13,000 años fue modelado para reflejar los flujos de agua naturales de la región y las características geomorfológicas.

“Lo que hemos descrito no es un mapa como lo entendemos hoy: con distancias, direcciones y tiempos de viaje, sino más bien una miniatura tridimensional que representa el funcionamiento de un paisaje, con escurrimientos de las tierras altas hacia riachuelos y ríos, la convergencia de valles y la formación aguas abajo de lagos y pantanos”, explica el Dr. Milnes.

¿Por qué es importante?

Este descubrimiento ofrece una mejor comprensión de la capacidad de estos ancestros tempranos, mostrando su capacidad mental, imaginación y habilidad ingenieril. Antes de este hallazgo, se creía que el mapa tridimensional más antiguo era una gran losa de roca portátil grabada por personas de la Edad de Bronce hace aproximadamente 3000 años.

La colaboración interdisciplinaria entre arqueología, geología y geomorfología es fundamental en la ciencia, como afirma el Dr. Milnes: “Creemos que los resultados de investigación más productivos se encuentran en los límites entre las disciplinas.”

Esta investigación, publicada en el Oxford Journal of Archaeology, desvela una asombrosa capacidad de modelado tridimensional por parte de nuestros antepasados remotos, proporcionando una visión única de su ingenio y capacidad de comprensión del entorno.

Conclusión

Este emocionante descubrimiento no solo arroja luz sobre la habilidad de los humanos del Paleolítico para modificar su entorno, sino que también sugiere una profunda conexión simbólica entre el paisaje modelado y la vida misma, revelando capas adicionales de significado y complejidad en la mente de nuestros ancestros.