Descubrimiento sorprendente en las ruinas de Ephesos: un joven con trastornos del desarrollo en lugar de la hermana de Cleopatra

Un equipo de investigación interdisciplinario liderado por el antropólogo Gerhard Weber de la Universidad de Viena, junto con expertos de la Academia de Ciencias de Austria, ha analizado un cráneo que fue encontrado en las ruinas de Ephesos (Turquía) en 1929. Se especulaba desde hace mucho tiempo que podría tratarse de los restos de Arsinoë IV, la hermana de la famosa Cleopatra. Sin embargo, los últimos análisis antropológicos muestran que los restos pertenecen a un niño de entre 11 y 14 años que sufría trastornos del desarrollo patológicos. Sus genes indican un origen en Italia o Cerdeña. Los resultados están siendo publicados actualmente en Scientific Reports.

¿Qué ocurrió en Ephesos?

En 1929, el arqueólogo austriaco Josef Keil y sus colegas descubrieron un sarcófago lleno de agua en las ruinas del magnífico “Octágono”, un espléndido edificio en la calle principal de Ephesos (Turquía). En él no se encontraron importantes objetos funerarios, pero sí un esqueleto completo. Keil se llevó solo el cráneo antes de que los investigadores cerraran la tumba en la importante “Calle de los Curetes” nuevamente. Posteriormente, el resto del esqueleto se encontró en Ephesos durante excavaciones posteriores en 1982, en una nicho en una antesala de la cámara mortuoria.

¿Cómo se llevó a cabo el estudio?

En la actualidad, el Departamento de Antropología Evolutiva de la Universidad de Viena emplea métodos científicos modernos en la disciplina. Junto con genetistas, especialistas en datación, ortodoncistas de la universidad y arqueólogos de la Academia de Ciencias de Austria, se analizó el cráneo. El cráneo fue sometido a micro tomografía computarizada para obtener su copia digital con una resolución de 80 micrómetros. Se tomaron muestras del cráneo para determinar la edad y el estatus genético.

¿Por qué es importante este descubrimiento?

El análisis reveló que el esqueleto pertenecía a un joven con trastornos del desarrollo, de entre 11 y 14 años de edad. Este hallazgo pone fin a la especulación sobre la identidad de Arsinoë IV y abre nuevas oportunidades para investigaciones futuras. La búsqueda de los restos de Arsinoë IV puede ahora continuar libre de rumores.