¿Qué sucedió?

Después de la muerte de su esposo Franklin en 1945, Eleanor Roosevelt no tenía intención de asumir responsabilidades oficiales. Sin embargo, con el tiempo, su postura cambió. Fue nombrada por el sucesor de su esposo, Harry S. Truman, como parte de la delegación de Estados Unidos en la primera asamblea de las Naciones Unidas. Allí, fue la única mujer, y sus colegas masculinos la describieron de manera poco favorable, pero ella perseveró. Fue la presidenta del comité encargado de decidir y redactar lo que sería la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

¿Dónde y cómo ocurrió?

La redacción de la declaración implicó a un equipo con representantes de varios países: Australia, Canadá, China, Chile, Francia, Líbano, Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Soviética. Nuevamente, Roosevelt era la única mujer. La declaración se inspiró en las cuatro libertades que Franklin Roosevelt había proclamado como los principios por los cuales Estados Unidos había entrado en la guerra en 1941: libertad de expresión, libertad de religión, liberación de la necesidad y liberación del miedo.

¿Por qué es importante?

Eleanor Roosevelt reconoció que los derechos significan poco si no se experimentan en las rutinas individuales del día a día. Preguntó retóricamente: “¿Dónde comienzan los derechos humanos universales?” Respondiendo que comienzan “en lugares pequeños cerca de casa – tan cercanos y tan pequeños que no se pueden ver en ningún mapa del mundo”. Peleó arduamente por derechos de asilo y libertad de movimiento, consciente de que la guerra había dejado a más de 20 millones de refugiados y personas desplazadas solo en Europa.

Desafíos y resolución

Desde el inicio, la Unión Soviética mostró sospechas, si no hostilidad. Roosevelt escribió a Truman en junio de 1949: “Prácticamente nunca estuvimos de acuerdo”. No obstante, comprendió la insistencia de los soviéticos en incluir derechos económicos y sociales en la declaración, afirmando: “No se puede hablar de derechos civiles a personas que tienen hambre”. Amenazó con renunciar si no se incluían estos derechos.

Finalmente, la declaración se aprobó el 10 de diciembre de 1948 a las 3 de la madrugada. Solo ocho naciones se abstuvieron: seis miembros del bloque soviético junto con Arabia Saudita, que la consideró antiislámica, y Sudáfrica. No hubo votos en contra.

Impacto y legado

Poco después de su aprobación, Eleanor Roosevelt recibió una ovación de pie de toda la asamblea. Fue reconocida por haber otorgado un “nuevo acuerdo para la humanidad”, resaltando su papel fundamental en la creación de un documento que sería la base de los derechos humanos internacionales.