La historia detrás del primer Día de Acción de Gracias en 1621 cuenta que los Peregrinos conocieron a un nativo americano “amigable” llamado Squanto en Plymouth, Massachusetts. Squanto les enseñó a los Peregrinos cómo plantar maíz, y los colonos disfrutaron de un festín con su nuevo amigo nativo.

¿Quién era Squanto?

Los historiadores generalmente coinciden en que Squanto pertenecía a la tribu Patuxet, una rama de la Confederación Wampanoag, cerca de lo que sería Plymouth. Nació alrededor de 1580 y provenía de un pueblo de personas trabajadoras y hábiles. Los hombres de su tribu viajaban por la costa en expediciones de pesca, mientras que las mujeres cultivaban maíz, frijoles y calabaza.

En algún momento de su juventud, Squanto fue capturado por exploradores ingleses y llevado a Europa, donde fue vendido como esclavo. Fue durante este tiempo que aprendió inglés, lo que sorprendió a muchos.

Después de varios acontecimientos, Squanto finalmente se encontró en Nueva Inglaterra en 1619, donde conoció al capitán Thomas Dermer y se convirtió en intérprete en expediciones comerciales.

Cómo Squanto se encontró con los Peregrinos

En 1621, Squanto seguía siendo prisionero de los Wampanoag cuando vio a un grupo de recién llegados ingleses. Un nativo llamado Samoset se acercó a los Peregrinos y les habló en inglés roto, sorprendiéndolos. Fue entonces cuando presentó a Squanto, quien hablaba mejor inglés.

Con la ayuda de Squanto como intérprete, el jefe Wampanoag, Massasoit, negoció una alianza con los Peregrinos, prometiendo no hacerse daño y ayudarse mutuamente en caso de ataque de otra tribu.

La verdadera historia de Squanto y el primer Día de Acción de Gracias

Squanto enseñó a los Peregrinos a cultivar alimentos esenciales para sobrevivir, lo que resultó en una exitosa cosecha que celebraron juntos en 1621. A pesar de la imagen idílica, la relación entre los Peregrinos y Squanto no era tan armoniosa como se ha pintado.

Squanto demostró ser manipulador y ambicioso, buscando venganza y poder a través de su posición como intérprete. Eventualmente, sus mentiras y trampas provocaron su ruina, y en noviembre de 1622, falleció debido a una enfermedad mientras visitaba una aldea nativa, dejando un legado controvertido detrás de sí.

¿Qué pasó con Squanto al final?

Según el diario de Bradford, Squanto murió en 1622 y fue enterrado en una fosa sin marcar, con su legado controvertido y su tumba desconocida hasta el día de hoy.

A pesar de su papel en la historia del primer Día de Acción de Gracias, la vida de Squanto fue mucho más compleja y problemática de lo que comúnmente se enseña en las escuelas.

Con su reputación de ser manipulador y ambicioso, Squanto dejó un legado controvertido que ha sido discutido a lo largo de los años. A pesar de los relatos idealizados, la verdadera historia de Squanto y los Peregrinos revela una narrativa más complicada y sombría detrás del mito tradicional.