Un nuevo estudio de la Universidad de Adelaide y la Universidad Nacional Australiana (ANU) ha presentado la primera evidencia genómica de migración temprana desde Nueva Guinea hacia Wallacea, un archipiélago que contiene Timor-Leste y cientos de islas habitadas del este de Indonesia.
¿Qué ocurrió?
El estudio, publicado en PNAS, aborda importantes lagunas en la historia genética humana del archipiélago de Wallacea y las regiones de Papúa Occidental de Indonesia, una región con abundante diversidad genética y lingüística comparable al continente euroasiático, incluyendo el análisis de 254 genomas recién secuenciados.
¿Dónde ocurrió?
En combinación con evidencia lingüística y arqueológica, el estudio muestra que las sociedades de Wallacea fueron transformadas por la expansión de genes e idiomas de Papúa Occidental en los últimos 3,500 años, periodo durante el cual los navegantes austronesios se mezclaban activamente con grupos de Wallacea y Papúes.
¿Cómo sucedió?
“Mis colegas del Proyecto de Diversidad Genómica de Indonesia han estado estudiando la compleja estructura genética de Indonesia por más de una década, pero este estudio integral confirma que la ascendencia papauna está extendida por Wallacea, apuntando a migraciones históricas desde Nueva Guinea”, dice el autor principal Dr. Gludhug Ariyo Purnomo, de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Adelaide.
¿Por qué es importante?
La investigación genómica también es cada vez más importante para desarrollar nuevos medicamentos adaptados a antecedentes genéticos específicos.
Otro hallazgo significativo
“Nuestros hallazgos sugieren que las migraciones papúes y austronesias fueron tan extensas que han sobrescrito en gran medida la ascendencia de los primeros migrantes, lo que dificulta la recuperación de estas migraciones antiguas a partir de datos genéticos”, afirma el Profesor Tobler.
Según los investigadores, existen desafíos en reconstruir los movimientos pasados de las personas utilizando datos genéticos modernos debido a migraciones y movimientos históricos.
¿Cuál es la conclusión?
“Lo que sabemos sobre Wallacea y Nueva Guinea es solo la punta del iceberg, pero el uso del ADN antiguo puede ayudar a superar algunos de estos desafíos y ayudarnos a comprender los orígenes y el legado de los viajes humanos a la región que se remontan a decenas de miles de años”, concluye el Profesor Tobler.