Después de morir, un alma debía llegar hasta las puertas del inframundo de Hades por medio del río Estigia. Ello con la ayuda del barquero Caronte, a quien debían pagar con un óbolo para que la condujese por sus aguas. Pero al momento de llegar a dichas puertas, una temible figura se alzaba en ellas: Cerbero.
Cerbero en la mitología griega es un aterrador perro de tres cabezas, cuyo deber era resguardar la entrada al reino de su dueño.
¿Quién es Cerbero en la mitología griega?
Cerbero es el guardián de las puertas del inframundo y una terrible criatura reconocida por su ferocidad. Cerbero en la mitología griega tiene tres cabezas, y cada una de ellas posee un nombre. Veltesta, es la cabeza de la izquierda; Tretesta es la central; y Drittesta aquella ubicada a la izquierda.
El trabajo de Cerbero era sencillo, evitar que los vivos entrasen y que los muertos saliesen del reino de Hades. Cerbero es también reconocido por otros nombres como Can Cerbero o Cancerbero, y por otros apodos más como “indomable” y “despiadado”.
La historia de Cerbero en la mitología griega
De ojos resplandecientes y rojo intenso, Cerbero fue famoso por despertar terror en cualquiera que mirase a esta criatura. Pocos se atrevían a sostenerle la mirada y temían de su poderosa mordedura letal, de la cual sus colmillos destilaban veneno.
Cerbero fue famoso por despertar terror en quien lo mirase. Sus ojos rojos y resplandecientes, así como sus colmillos venenosos, hacían temblar a cualquiera. Casi nadie podía mirar a esta criatura directamente.
Las almas que atravesaban las puertas sentían un gran pánico con su sola presencia, lo que hacía de su trabajo más eficiente. Aun así, Cerbero en la mitología griega llegó a fallar algunas veces en su cometido frente a otros personajes de la historia griega según su mito.
Cerbero y Psique
La joven Psique tuvo que superar una prueba impuesta por la diosa Afrodita, esto para recuperar el amor de Eros, el hijo de la diosa del amor. Para ello, Psique pudo pagar el óbolo para subir a la barca de Caronte.
Pero al llegar a las puertas del inframundo, vio al temible Cerbero de la mitología griega. El guardián enloqueció al ver a una viva tratando de cruzar las puertas, por lo que ladró ferozmente, tanto así que hizo retumbar al reino de Hades.
A pesar del miedo, Psique logró calmarlo, tal como se lo habían recomendado, ofreciéndole al animal un pastel de miel y cebada. El perro le permitió la entrada entretenido con el manjar.
Cerbero y Heracles
Otra de las menciones de Cerbero en la mitología griega, fue su enfrentamiento con Heracles. El rey Euristeo pidió al héroe griego que capturase y llevase a la corte de Argos a Cerbero. Heracles aceptó dicha tarea a pesar de ser casi imposible y se dirigió al inframundo.
Esta misión fue cumplida, pero hay múltiples historias de cómo ocurrió y cuáles métodos uso Heracles. En la mayoría siguió los consejos de Atenea y Hermes. Se cuenta en una de ellas, que Heracles disparó una flecha al dios infernal, para después llevarse arrastrado al animal. El rey Euristeo no soportó ver al animal y mandó que lo retirase de su vista.
También se cree que, para poder llevárselo, Heracles tuvo que envenenarlo. Esto lo hizo usando acónito, una planta que servía para debilitar a este tipo de criaturas. Según esta versión, al salir del mundo de los muertos, Heracles vomitó esta planta.
Más versiones se inclinan a la astucia de Heracles, en una para llevarse a Cerbero pidió permiso a su dueño Hades. Curiosamente, el dios aceptó con la condición de que no lo dañase, y lo trajese sano después. Mientras que otra versión relata que el héroe convenció a Cerbero para que lo siguiese de buena manera, y el animal lo obedeció sin protesta.
Sea como fuese, se menciona que pelear con Cerbero fue el trabajo más difícil del héroe, tan difícil que su vida estuvo en riesgo.
Cerbero y Orfeo
Cerbero en la mitología griega tiene una historia con Orfeo, este lo amansó para poder entrar al reino de Hades. Orfeo quería suplicar a los dioses que allí residían que le permitiesen llevarse a su amada Eurídice. Esta historia no tuvo el desenlace feliz que Orfeo esperaba.
Asimismo, se cuenta que Hermes pudo adormecerlo al darle el agua de uno de los ríos infernales, el agua de Lete, el río del olvido.
Relaciones de Cerbero con otros personajes de la mitología griega
Cerbero en la mitología griega ha jugado un rol antagónico, considerado como una criatura monstruosa y feroz, su propósito ha sido el de resguardar las puertas del reino de Hades. Por lo que, a lo largo de su mito, se habla de este como un ser que debe ser engañado o vencido para pasar al inframundo.
Sobre sus orígenes se conoce que su madre era Equidna y su padre Tifón. Su madre era una ninfa cuyo cuerpo era mitad mujer (su torso) y mitad serpiente (sus piernas); su padre era un monstruo alado que tenía serpientes en sus muslos.
También Cerbero en la mitología griega era hermano de otros tres monstruos con múltiples cabezas. Uno de ellos era Ortro, un perro de dos cabezas que tenía por trabajo resguardar al ganado de Gerión. La otra era la Hidra de Lerna, que tenía múltiples cabezas de serpiente; y la Quimera, con tres cabezas: una de león, de cabra y de serpiente.
Cerbero en la mitología griega fue derrotado varias veces por distintos héroes. Algunas veces se relata que fue engañado, adormecido, calmado o hasta convencido con amabilidad. El enfrentamiento más importante del que se relata fue su encuentro con Heracles, al igual que los que tuvo con Orfeo y Hermes.
Importancia cultural de Cerbero en la mitología griega
La fama de Cerbero en la mitología griega es destacable. Su historia ha sobrevivido por siglos y es comúnmente usado como figura de la cultura popular en la actualidad.
Por ejemplo, una buena parte de la sobrevivencia de su mito, fue el ser mencionado en la novela La Divina Comedia del poeta florentino Dante Alighieri del siglo XIII. Se relata de esta criatura en el Canto VI del infierno, esto en el tercer círculo en donde penan los glotones. El mismo se describe como una fiera cruel y aviesa, que se dedica a ladrar con tres gargantas.
En el mismo sentido, su figura ayudó en el 2012 a los arqueólogos italianos en la búsqueda del Plutonio de Hierápolis. Estos dirigidos por Francesco d’Adria, descubrieron una estatua de Cerbero de 1,5 metros de altura en las ruinas de la antigua Hierápolis en Turquía. Con este hallazgo se confirmó en 2013 que la gruta hallada, era el Plutonio, la que se creía era la puerta de acceso al inframundo en la antigua ciudad de Hierápolis.
Cerbero en la mitología griega está muy presente, y su nombre ha sido usado para más ámbitos. Una muestra de ello es que, en 1829, el naturalista Georges Cuvier, nombró Cerberus a un género de serpientes asiáticas. O que, en 1753, el también naturalista Carlos Linneo nombró Cerbera a un género de planta apocinácea.
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