Las historias de la mitología griega han mantenido su conexión entre el pasado y el presente convirtiéndose en una fuente de inspiración para la literatura, el arte la filosofía , la religión y el cine. Su simbolismo significativo y las lecciones que se extraen de ellas han dejado una huella en diferentes épocas y culturas a lo largo del tiempo desde el Renacimiento hasta hoy.
A lo largo de la historia civilizaciones han recurrido a las mitologías para reinterpretarlas a la luz contemporánea. La leyenda griega que se originó en una sociedad antigua ha evolucionado a lo largo de los años mientras mantiene sus raíces convirtiéndose en una fuente de atemporalidad y universalidad. A través de eventos históricos el mito griego ha llegado a simbolizar un aspecto fascinante de la condición humana.
El Renacimiento: El Renacer de los Mitos Clásicos
La cultura europea de los siglos desde el XIV hasta el XVI se había vuelto a encontrar con la antigua Grecia y la antigua Roma, para muchos de los pensadores de estas épocas, no eran cuentos, sino la entrada al alma humana, desnuda a su vez a través de personajes como Zeus, Afrodita, Prometeo, que a su vez se han convertido en el campo idóneo para plantearse preguntas sobre la vida, la muerte, el amor o las leyendas del universo.
Los artistas como Botticelli o Da Vinci tienen que ver con la búsqueda de la mitología, modelo por el que encontrar nuevas caras del arte. Botticelli en ‘El nacimiento de Venus’, a la belleza que se dibuja para Afrodita hay que añadir la idea de conseguir lograr, la perfección y la armonía que caracterizaban los valores que buscaban los renacentistas.
Los mitos de la antigüedad han establecido un lazo entre el pasado y presente sirviendo como fuente de inspiración filosóficas y científicas. Un ejemplo es el relato de Prometeo quien sustrajo el fuego de los dioses para otorgárselo a la humanidad simbolizando la brillantez y la originalidad que se han establecido como virtudes distintivas de la especie humana.
Romanticismo: Pasión, Naturaleza y Mitos
El Renacimiento trajo de vuelta los mitos griegos principalmente como una expresión de belleza y racionalismo. El Romanticismo, por otro lado, los vio desde un ángulo completamente diferente: los románticos creían que la emoción, la pasión y la naturaleza eran las fuerzas detrás de la existencia humana.
Esto, permitió a los artistas explorar el mundo de lo estéticamente sublime, lo irracional y lo salvaje.
La historia del músico Orfeo y su amante Eurídice era quizás uno de los ejemplos más alardeados del Romanticismo: una tragicomedia de la palabra del alma inmortal, como muchos románticos modernos la describieron. De todos los héroes de la mitología griega, solo Orfeo y Prometeo eran dignos de la atención de los artistas románticos: casi no había arte del siglo XIX sin Leonardo y Miguel Ángel, sin novelas sobre monstruos y demonios.
Modernismo: Mitos Griegos en el Arte Visual
Los mitos griegos continuaron teniendo un peso específico en la época del modernismo en la medida en que ese movimiento también se sitúa en una época de fuertes experimentaciones artísticas, de ruptura con las formas tradicionales. Así, el arte visual, la escultura, la pintura reinterpretan las historias míticas en los estilos de manera abstracta, simbólica y surrealista, explorando nuevas formas de expresar la complejidad de la psique humana, el mundo moderno.
Un buen ejemplo de ese procedimiento gráfico lo encontramos en el trabajo de Pablo Picasso, quien incluye en algunas de sus pinturas más abstractas figuras de mitos griegos. En su célebre serie de pinturas de Minotauros, Picasso reduce al monstruo mítico híbrido criatura entre hombre y toro a una figura con el peso de los conflictos que abordan, la violencia, la guerra interior, el conflicto interior. El Minotauro que el propio Picasso recupera y que es una figura cargada de significado, ya que se trata de una criatura del laberinto del rey Minos, deviene un símbolo de la dualidad humana: entre la razón y la bestialidad, entre el control y el caos.
El arte modernista también explora el mito de Dédalo e Ícaro, con la historia de Ícaro, quien desoye las indicaciones de su padre, vuela demasiado cerca del sol y cae al mar. Este mito, que refleja los riesgos de la desmesura de la ambición, será también revisitado por numerosos artistas en una metáfora del fracaso humano frente a la era moderna y la ambición de los conocimientos científicos y tecnológicos.
El Cine: Los Mitos Griegos en la Gran Pantalla
En nuestra era, los mitos encontraron un nuevo hogar en el séptimo arte. La capacidad de agenciar imágenes impactantes, visuales, narrativas épicas por parte del cine así como su capacidad de producción, hacían de la pantalla el espacio adecuado para producir personajes como Hércules, Perseo, Aquiles, etc., hasta tal punto que algunas películas como Clash of the Titans, la de 1981 o la de 2010 se inscriben en el mito de Perseo, su lucha contra Medusa y el Kraken, tal y como las películas no respetan el relato original sino que vendrían a demostrar que los mitos griegos son parte de la cultura popular y del gusto y las tecnologías actuales.
De forma similar, realizadores como Ridley Scott en Gladiator o Zack Snyder en 300 han hecho referencia a mitologías griegas para desarrollar relatos visuales sobre héroes, lo épico o lo trágico. En el cine independiente no comercial también encontramos realizaciones que se inscriben en los mitos griegos. Así, la Medea de 1969 de Pier Paolo Pasolini supone un hecho con la tragedia griega de Eurípides.
Influencia en la Filosofía y Psicología
El efecto de los mitos griegos sobre la filosofía y la historia de la psicología contemporánea es más que evidente. En especial, Nietzsche, filósofo y escritor germano, utilizó la concepción de Dionisio (dios del vino y del éxtasis) en tanto que manifestación del caos por el que puede salir el ser humano de las normas, la ley social, el instinto y la libertad. Para Nietzsche, Dionisio es exactamente lo antagónico a Apolo (dios del orden y de la disciplina), pero ambos se encuentran en la naturaleza, en el hombre, en el arte y en la vida. En efecto, tanto Freud en torno a Edipo como Jung con su concepción de arquetipo intentaron analizar la mentalidad humana.
Freud toma el mito del Edipo: rey que mata a su padre accidentalmente y a quien se le casará hoy con su madre en su teoría del Complejo de Edipo. Tal como Jung hizo lo propio utilizando un mito griego que representa su idea de arquetipos introduciendo un mito de Hércules, de Prometeo y de Afrodita como señales de sus explicaciones.
Conclusión
Los mitos de la mitología griega no constituyen únicamente un reservorio de historias antiguas, son uno de los elementos de los cuales se ha nutrido gran parte del arte, la filosofía y la cultura en todos los aspectos que conforman lo uno y lo otro.
En otras palabras, desde el Renacimiento hasta la contemporaneidad han sido revisitados, reinterpretados, ofreciendo así nuevos puntos de vista sobre la condición humana y el lugar que ocupamos en el cosmos.
En la actualidad, son aún fuente inagotable de inspiración para el cine, el arte visual, la psicología, etc. Es notable cómo los dioses griegos ya no son objeto de culto, pero sus historias siguen teniendo una considerable vigencia.
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