La elección de los nombres de todas las edades aztecas no es un hecho que se ha manifestado a azar, todo lo contrario, es una actividad bien pensada ya que a través de la forma en la que se establecen los nombres, se puede describir a la perfección lo que representa cada una de estas. Esto quiere decir que cada nombre otorga una visión mucho más completa de todo lo que la mitología Azteca representa y estos son cuidadosamente elegidos y representados por símbolos y demás elementos que muestran siempre la complejidad de cada uno de los dioses, así como de su papel en la creación del mundo.

Absolutamente todos los nombres que se pueden ver en este universo Azteca se relacionan con elementos específicos como su interacción con la vida humana, todos los elementos existentes a partir de esta, la energía fundamental de todas las cosas y también cada uno de los elementos relacionados con la naturaleza y el origen de la misma.

Origen de los nombres

Tal como se dijo anteriormente la elección de cada uno de los nombres de los dioses no se da por casualidad, sino que se tomen en cuenta ciertos aspectos fundamentales de los mismos así que básicamente todos son nombres compuestos de elementos importantes que expresan realmente lo que cada una de estas deidades representan.

Tiene su origen en el dialecto náthual y esta es una de las razones por las cuales todos o la mayoría son bastante largos. Cada uno de estos tienen una cualidad completamente descriptiva así que con tan solo conocer el nombre se puede saber un poco acerca de las funciones principales que cumplían estas deidades. Esto quiere decir que los nombres de los dioses aztecas en todo momento cumplían una función fundamental donde se les asignaba una característica importante a cada uno de estos.

Veamos algunos ejemplos que explican de mejor forma cómo se formaron los nombres de las deidades.

Tezcatlipoca. Su nombre hace la referencia a un “espejo humeante” y precisamente este dios está relacionado con la magia, la noche y también la transformación. Se le atribuyen otras características como la hechicería y muchos otros misterios similares.

Tláloc es un dios cuyo nombre se traduce como “el que hace brotar” y este es bastante conveniente ya que guarda una estrecha relación con la fertilidad y además con la lluvia, dos elementos que perfectamente podrían simbolizar la vida. Y así sucede en muchos casos.

Tal como se puede observar en los ejemplos anteriores cada nombre otorgaba intrínsecamente las características que podrían relacionarse a este describiendo muchas de las capacidades de los dioses. Con tan solo escuchar el nombre pudiéramos tener una idea clara de lo que realmente sucede con cada uno de ellos.

Elementos comunes en la representación de los nombres de las deidades aztecas

A pesar de que cada uno tuviera su característica particular todos los nombres relacionados a las deidades aztecas comparten ciertos patrones de simbolismos. Estos son los más comunes que se pueden observar.

Elementos de la naturaleza

Estaban directamente relacionados a los elementos como por ejemplo el fuego, el agua y la tierra. Y en su aspecto físico se podía notar claramente todo esto. Sin embargo, estos simbolismos no estaban directamente relacionados a su nombre en algunas ocasiones.

Animales

Sin duda alguna podemos decir que los animales podían dar una descripción muy clara de los poderes que tenían cada uno de estos dioses ya que esto sí se relacionaban directamente con sus nombres. Por ejemplo, podemos ver Quetzalcóatl quién estaba representado por una serpiente emplumada y es precisamente este animal el que se asocia a la sabiduría y ya sabemos que es una de las características fundamentales de dios en la mitología Azteca.

Esta es otra de las razones por las cuales siempre podemos observar que los dioses en su mayoría son colibríes, serpientes, águilas y jaguares. Cada uno de estos animales tenían rasgos bien marcados asociados a características como agilidad, belleza, sabiduría y sobre todo fuerza.

Colores

Estos no solo tenían vital importancia en la representación gráfica de los dioses sino también esos nombres ya que otorgan ciertas descripciones acerca del temperamento y el poder de los dioses.  Un ejemplo es la variante del dios Tezcatlipoca donde existen versiones de este, conocidas como Tezcatlipoca rojo, etc.

Dioses Aztecas vs Dioses Mayas

A pesar de representar dos culturas distintas los dioses aztecas y mayas compartían muchísimas de las características que se han observado en estas deidades. Por ejemplo, así como existen dioses aztecas de la muerte también hay una representación maya para describir esta deidad relacionada con el fin de la vida.

Sin embargo, ambas culturas tienen ciertos rasgos bien definidos que las diferencias a la perfección.

Deidades fundamentales

La primera diferencia entre la cultura azteca y la cultura maya es la representación de sus dioses más importantes. En la cultura azteca podemos ver que quienes resaltan son Quetzalcóatl, Xipe Totec, Tezcatlipoca, Huizilopochtli, Tláloc, Ometeotl y muchos más. Por otra parte, los mayas tenían pocas deidades tan importantes por lo que casi siempre veneraban a Kukulcán y Chaac.

Funciones y poderes de los dioses

A pesar de que en todo caso se trate de deidades la diferencia fundamentalmente aztecas y mayas es la forma en la que se representan estos. En el primer caso los aztecas crearon diversos rituales para celebrar a sus dioses donde elementos como la guerra y el sacrificio eran siempre los protagonistas.

Los mayas estaban más enfocados en representar a sus dioses a través de una cultura agrícola donde la fertilidad y la lluvia eran mucho más importante que cualquier conflicto.

A pesar de que existen estas diferencias están profundamente relacionadas y que cada dios podría tener su equivalente en cualquier región. Ambos grupos han hecho aportes muy significativos en la cultura antigua d ellos pueblos de Centroamérica, por lo que no es raro que se relacionen tanto, a pesar de que sus dioses tengan nombres distintos cada vez.