Patrona de la agricultura, y una de las diosas más antiguas de la historia, Deméter en la mitología griega es una figura que representa la vida en sí misma. Esta diosa es famosa por ser aquella que daba fertilidad a las tierras y vitalidad a todos los seres habitantes de esta. 

En el panteón griego sus poderes la hicieron una figura muy respetada, tanto así que su adoración inició mucho antes de que los olímpicos llegasen. 

¿Quién es Deméter en la Mitología Griega?

Deméter en la mitología griega es la diosa de la vida, la agricultura y la fertilidad. Según los mitos a su alrededor, esta diosa fue la primera encargada de recoger el grano dado de las plantas, y enseñar a los humanos a cómo sembrarlo. Era muy popular entre las personas del campo, que, para ganar su favor, siempre la tenían en cuenta.

También Deméter en la mitología griega es reconocida como la encargada de las estaciones, por ella es que el mundo humano tiene estaciones. Otra interpretación de su figura, es que en realidad Deméter es la Madre Tierra. Se le consideraba como fundamental en el culto griego por su relación con la vida.

La Historia de Deméter en la Mitología Griega

Deméter en la mitología griega fue venerada por las comunidades rurales griegas desde la Edad de Bronce y su veneración se extendió hasta los romanos, para los que era igual de popular, aunque se le daba el nombre de Ceres. 

Deméter y Perséfone

Deméter en la mitología griega resuena considerablemente por su relación con Perséfone, su hija. Específicamente, por el rapto de su hija a manos del dios del inframundo. Hades a primera vista se enamoró de esta, por lo que se la llevó al inframundo consigo para convertirla en su esposa. 

El padre de Perséfone, era Zeus, quien tuvo varias reacciones a este acontecimiento. Algunos relataron que Zeus dio su permiso para esto, otros que no. Lo primero se cree porque el rapto aconteció en Sicilia, en donde esto es una tradición. 

Sea como fuese, lo que sí confirman la mayoría de las versiones, es que Deméter en la mitología griega no se tomó bien la desaparición de su hija. La buscó con desesperación por toda la tierra, a pesar de que, por ejemplo, Helios, ya le había advertido del destino de Perséfone. 

Su viaje la llevó a Eleusis. Allí cuidó al hijo del rey Céleo, Demofonte. Pero disfrazada de anciana. Como recompensa por su recibimiento, la diosa quiso convertir en inmortal a Demofonte. Su madre se dio cuenta de ello, y quiso evitarlo, sin embargo, la diosa reveló quién era y solicitó que se le construyese un templo en su honor. Este fue el inicio del santuario de Eleusis en el Ática.

Al ser completado, Deméter en la mitología griega, vivió en éste y se retiró del mundo, creando así una voraz sequía para tratar de convencer al resto de los dioses con que liberasen a su hija. La sequía fue terrible, acabando con muchos humanos e impidiendo que estos pudiesen ofrecer sacrificios a los demás dioses.

Zeus tuvo que involucrarse finalmente, pidiendo la liberación de Perséfone. Hades accedió, pero antes de dejarla en libertad, puso en su boda un grano de granada, uno que le obligaría a volver al inframundo con él. El acuerdo al que se pudo llegar, sería que Perséfone podría volver con su madre a cambio de que volviese un tercio del año con Hades. Como agradecimiento, Deméter envió al príncipe Demofonte a repartir su conocimiento sobre los cultivos a los mortales. 

Deméter y los Misterios Eleusinos

Se dice que el cambio de las estaciones fue originado por la historia del rapto de Perséfone. Del verano al invierno, es una referencia de la vida a la muerte, y de este a la primavera, que es el retorno de la vida.

Los rituales sagrados de los misterios eleusinos tenían a la desaparición de Perséfone como símbolo para enterrar las semillas durante el verano y evitar que se sequen para poder sembrarlas en otoño. 

Eleusis fue el santuario más importante a la diosa, el cual siguió atrayendo adoradores hasta en los tiempos romanos. Fue famoso por sus rituales secretos para atraer a la fertilidad y la riqueza en la agricultura. Pero con su destrucción por los visigodos, todos sus misterios quedaron siendo eso, misterios.

Deméter y Poseidón

Se dice que Deméter fue perseguida una vez por Poseidón, el dios de los mares. Ella se resistió a este, escondiéndose en su forma original, la de una diosa-yegua, dentro los caballos pertenecientes al rey Oncos. Aun así, Poseidón pudo detectar su origen divino entre todos los caballos.

Éste se transformó en un semental y se unió a ella. El asaltó enfureció a Deméter, descargando su ira en el río Ladón. Del abuso nacieron dos hijos Despena y Arión, este último un caballo. 

Relaciones de Deméter con Otros Personajes de la Mitología Griega

Deméter en la mitología griega está asociada con muchos otros dioses que merece la pena mencionar. Deméter es hija de los titanes Cronos y Rea, por lo que esto la convierte de hecho en hermana de Zeus, de Poseidón y de Hades. También de Hera y Hestia.

Con Zeus tuvo dos hijos tras ser forzada por éste. Una de ellas fue Perséfone, y el otro fue Yaco. También se cuenta que Deméter en la mitología griega se enamoró de Yasión. 

Con este, se acostó en un campo durante la boda de Cadmo y Harmonía. Del encuentro, nacieron sus hijos Pluto y Filomelo, que siempre estuvieron condenados a no estar de acuerdo. Zeus al darse cuenta de lo que había ocurrido, se enfureció y por los celos, mató a Yasión con un rayo.

Por igual, tuvo los dos hijos ya mencionados con Poseidón, Despena y Arión. 

Importancia Cultural de Deméter en la Mitología Griega

Deméter en la mitología griega tuvo importancia, y esto se puede apreciar en las múltiples referencias artísticas de la época con ella como centro, retratándose como una diosa benevolente. Usualmente, acompañada con su hija Perséfone. Ello se aprecia, en los paneles de relieve que pudieron conservarse de Eleusis. O que, en el Museo Británico de Londres se encuentra una estatua de mármol de la diosa, esta era en un inicio de la ciudad de Cnido. 

Los misterios eleusinos son otro recuerdo de esta diosa. Dichos cultos de gran popularidad en la antigüedad y hechos a su favor, eran celebrados de febrero a marzo. Todavía siguen siendo misterios, porque sólo los sacerdotes o los iniciados, sabían en qué consistían sus ceremonias. De los más llamativos, estaban los ritos a la inmortalidad. Sócrates y Platón fueron dos de los iniciados en dicho templo.