El destino final de los muertos y el temible dios del inframundo, Hades en la mitología griega era un dios que representaba poder y oscuridad. Considerado como el dios con más riquezas, y uno de los más carentes de piedad, la figura de Hades es clave para comprender las leyendas griegas. 

Muchos atributos negativos se le han dado a Hades en la mitología griega, pero la verdad es que, si se explora con un poco más de profundidad, se descubrirá que Hades no era tan vengativo y cruel como algunos de sus hermanos. 

¿Quién es Hades en la Mitología Griega?

Hades en la mitología griega es uno de los dioses más poderosos y gobernante absoluto del inframundo. Hades es el señor del reino bajo la tierra, un ser tenebroso con la capacidad de decidir cuál era el destino final de las almas de las personas que morían. Hades se encargaba de juzgar a los muertos, él decidía quien merecía ser maldecido y quién merecía algún tipo de recompensa. 

Por estar relacionado con la muerte, algunos llegaron a describirlo como monstruoso o detestable, estos fueron los casos de Hesíodo y Homero. También que una de sus historias más famosas, fuese que raptase a Perséfone para convertirla en su esposa, no ayudaron a su terrible reputación.

La Historia de Hades en la Mitología Griega

El rol de Hades en la mitología griega parte desde muy temprano, desde que nació siendo hijo de Cronos, y que, por ayudar a su derrocamiento, consiguió gobernar el reino de los muertos.

Hades y Cronos

Hades en la mitología griega es el primer hijo varón de Cronos y Rea. En general es el cuarto hijo de ellos después de sus hermanas Hestia, Deméter y Hera. Aunque Cronos devoró a todas sus hijas por la profecía que indicaba que uno de sus hijos lo derrocaría, su madre llegó a creer que con Hades sería diferente. 

Aun así, terminó tragándoselo de la misma forma, al igual que a Poseidón, su otro hermano varón. Hades vivió su infancia dentro del estómago de su padre con la compañía de sus hermanos, hasta que fueron liberados por Zeus, quien había sido escondido por Rea para evitar ser devorado. 

Después de engañar a Cronos, Zeus le dio una pócima para que vomitase a sus hermanos. Como los hermanos eran inmortales, fueron capaces de crecer sin ser digeridos en el estómago del titán. Los hermanos pudieron escapar del Monte Otris, y todos los dioses aceptaron a Zeus como el líder que los liberaría de la tiranía de Cronos y los titanes.

Hades en la Guerra Olímpica

Al momento de declarar la guerra a los titanes, los dioses griegos estaban en desventaja por no tener armas. Pero Hades se ofreció a liberar a los cíclopes y centimanos que estaban encerrados en el tártaro para ayudarles.

Así, Hades según la mitología griega usó sus habilidades para movilizarse por debajo de la tierra, y pudo servir como guía para llegar a la prisión de estos. Aprovechando que Campe, la monstruosa carcelera estaba distraída, Zeus negoció con el cíclope Brontes, a cambio de su libertad, debía forjar armas para derrocar a Cronos.

Se forjó el Rayo Maestro de Zeus, el tridente para Poseidón y el Yelmo de la Oscuridad para Hades. Con las armas pudieron liberarlos, y conseguir su apoyo para la primera guerra olímpica. Esta duró diez años, en los que los titanes comenzaron con una gran ventaja, en número y experiencia. Sin embargo, los dioses lograron vencer. 

Ellos ocuparon el Monte Olimpo, que era la segunda montaña más alta en Grecia, para que después Zeus terminase cortando la parte superior del Monte Otris. Esa que solía ser la montaña más alta de Grecia y sede del palacio de Cronos. Cronos sufrió lo mismo al ser destrozado por Zeus y enviado al tártaro junto con los otros titanes. 

Con su victoria, los tres hermanos varones se dividieron el mundo. Zeus se quedó con los cielos y siendo el rey de dioses; mientras que Poseidón con los mares; y Hades con el inframundo. Incluyendo todo lo que hubiese en éste, fue por sus materiales preciosos que la fortuna de Hades era incalculable. 

Hades y Perséfone

Hades en la mitología griega es muy famoso por el secuestro de Perséfone. Se cuenta que el dios quedó prendado de la joven y hermosa Perséfone. Tanto así que decidió llevársela consigo a su reino y convertirla en su esposa. 

Pero, al ser Zeus su padre y Deméter su madre, ambos sus hermanos, el deseo de Hades se vería obstaculizado. Algunas versiones cuentan que Hades raptó a Perséfone a escondidas de Zeus, otras versiones coinciden en que fue el mismo Zeus el que aprobó tal acción. 

Sin importar cuál fuese la versión real, Deméter no estuvo contenta con el secuestro de su hija. Volvió la tierra estéril en señal de protesta y para solicitar que le regresasen a su hija.  Al hambre y la enfermedad azotar a la tierra, Zeus tuvo que pedir que liberarán a Perséfone. 

Hades sólo la dejó ir tras darle de comer semillas de granada, las que la obligarían a tener que retornar al inframundo algunos meses al año. Tres o seis meses dependiendo de la versión contada. 

Relaciones de Hades con Otros Personajes de la Mitología Griega

Hades en la mitología griega fue hijo de los titanes Cronos y Rea, así como hermano de Hestia, Deméter, Hera, Poseidón y Zeus. Su esposa fue Perséfone, su sobrina, quien, a pesar de ser en un inicio raptada, se dice que llegó a amar a su esposo y desarrollar su papel como gobernante del inframundo. 

En general a Hades se le conoce como un dios infértil porque al ser el dios de la muerte, para los griegos no tuvo la capacidad de dar vida. No obstante, se le han atribuido algunos hijos y amantes a lo largo de la historia. Entre sus hijos con Perséfone se conocen a Macaría, Zagreo, y Melínoe. Mientras que Pluto y las Erinias se cree que fueron sus hijos, aunque sus madres son desconocidas o incluso se duda de la paternidad de Hades. 

Una de sus amantes fue la oceánide Leuce, que también fue secuestrada por éste. Pero una vez quiso llevarla al inframundo, Perséfone no la aceptó y le pidió a su esposo matarla. Hades no quiso hacer tal cosa, tampoco regresarla a su hogar, por lo que terminó convirtiéndola en el primer árbol de álamo. Estos árboles se multiplicaron rápidamente cerca de los ríos del inframundo y la tierra. 

Se cuenta que ello porque Leuce recuerda venir del océano, y quiere estar cerca de este. Aunque también se narra que, a pesar de ser una ninfa, Leuce no era inmortal, por lo que murió de causas naturales, y su cuerpo fue transformado en álamo blanco por Hades. 

Otro romance que se le conoce es el que tuvo con Mente. Una vez que salió a caminar por el río Cocito, vio a una hermosa joven de aroma muy dulce, que resultó siendo el espíritu del río de las lamentaciones. 

Hades le ofreció a Mente llevarla para el mundo de arriba, pero tendría que darle un beso. Mente lo aceptó, transportándose con esto a las cercanías de la ciudad de Pilos, quedó maravillada por el cielo, aunque fue abandonada poco después por Hades, temeroso de que era primavera y su esposa estaría rondando el mundo de los vivos. Perséfone se terminó enterando del beso, y acabando con ella pisoteándola. Sus restos terminaron siendo convertidos por Hades en las plantas de menta.

Importancia Cultural de Hades en la Mitología Griega

Hades en la mitología griega tiene un legado muy interesante. Si bien era un dios muy poderoso, pocos eran los lugares en donde se le rendía culto en la antigua Grecia. Sólo mencionar su nombre, era considerado de mala suerte. 

Al ser más temido que venerado, algunos griegos sacrificaban animales de pelaje oscuro en las grutas, lugares considerados como las entradas a su reino. Los Juegos Seculares eran realizados cada cien años en su honor. El rapto a Perséfone ha sido retratado también por diversos artistas a lo largo de la historia, como en la escultura “El rapto de Proserpina” de Gian Lorenzo Bernini.

Hades ha aparecido en diversas obras de la cultura popular a lo largo de los años, como en el libro de Percy Jackson y el ladrón del rayo, en la serie de cómics God of War o en la serie de televisión Smallville. Incluso en el anime Saint Seiya. Él suele presentarse como un villano o antagonista que desprecia a la humanidad o tiene algún propósito oscuro.