Cuando Romuald Ościak salió con su detector de metales recientemente para explorar un bosque en el este de Polonia, tropezó con un descubrimiento asombroso: la cabeza de un hacha de cobre de 6,000 años de antigüedad.

El relicario data del período Neolítico, momento en que los humanos aprendieron por primera vez a desarrollar la agricultura. Ahora, los investigadores tienen la esperanza de que revele más información sobre cómo era la vida para los europeos neolíticos.

Un Descubrimiento Inverosímil en un Bosque Polaco

Romuald Ościak es miembro de la Asociación Histórica y Etnográfica de los Amantes de la Tierra de Lublin. Anteriormente, Ościak había hecho varios descubrimientos mientras usaba el detector de metales en la zona. Solo en los últimos meses, descubrió una hoz de la Edad de Bronce, un hacha de batalla medieval y 27 monedas del reinado del rey Juan II Casimir Vasa.

El 7 de abril, Ościak se aventuró a explorar el bosque cerca de Siennica Różana, una ciudad en el este de Polonia. No es raro que los detectores de metales encuentren artefactos de las Guerras Mundiales en la zona. Sin embargo, esta vez, Ościak descubrió algo mucho más significativo: un antiguo hacha de cobre.

La hoja trapezoidal tenía aproximadamente seis pulgadas de largo, con una forma de abanico en el borde y una cabeza rectangular. En total, pesaba alrededor de una libra y media, según una publicación de Facebook de la Autoridad del Conservador Provincial de Monumentos de Lublin. Cuando Ościak entregó el hacha a la oficina de protección de monumentos en Chełm, recibió la sorprendente noticia de que tenía más de 6,000 años de antigüedad.

“En términos científicos, este es nuestro hallazgo más valioso”, declaró Edwin Rozwałka, presidente de la Asociación Histórica y Etnográfica de los Amantes de la Tierra de Lublin, en un comunicado de prensa del Ministerio de Ciencia y Educación Superior.

Un Posible Ofrenda a los Dioses

Al recibir el hacha de Ościak, los investigadores sabían que tenían algo especial entre manos.

“Este descubrimiento es de gran importancia para la ciencia y la historia de la región”, dijo Paweł Wira, jefe de la sucursal de Chełm de la Oficina Provincial de Protección de Monumentos en Lublin, en el comunicado de prensa.

Los investigadores fecharon el hacha en el cuarto milenio antes de Cristo, durante el período Neolítico.

Según los investigadores, el hacha no fue forjada en la región, sino que probablemente fue traída por el pueblo de Lublin-Volyn desde la Cuenca de los Cárpatos, un área que ahora comprende el oeste de Hungría, o desde los Alpes Orientales.

Wira cree que la cultura de Lublin-Volyn pudo haber dejado el hacha en su lugar final como ofrenda a un dios.

Ahora, los investigadores están trasladando el hacha al Museo Regional de Krasnystaw, donde los expertos continuarán examinándola.


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