Robert Durst, hijo de una poderosa familia inmobiliaria de Nueva York, estuvo vinculado a tres asesinatos a lo largo de tres décadas. Durante este tiempo, Durst estuvo obsesionado por el control y casi logra escapar impune. No fue hasta que un documental de HBO en 2015 volvió a poner sus crímenes bajo el foco público que finalmente se hizo justicia.

Los primeros años de Robert Durst en Nueva York

Robert Durst nació en una familia adinerada de Manhattan el 12 de abril de 1943. Su padre, Seymour Durst, era el patriarca de la familia y dirigía la Durst Organization, una exitosa empresa inmobiliaria en la ciudad de Nueva York. Durante su infancia, Durst creció cómodamente en Scarsdale, Nueva York, junto a sus tres hermanos.

Sin embargo, la tragedia golpeó a la familia en 1950 cuando la madre de Durst, Bernice Durst, se suicidó saltando desde el techo de la casa familiar. Durst, que solo tenía siete años en ese momento, afirmó haber presenciado el evento traumático. Aunque décadas después su hermano Douglas Durst afirmó que Durst estaba mintiendo sobre presenciar el incidente para obtener simpatía.

Después de la muerte de su madre, Durst se distanció de su padre y del resto de su familia. Una evaluación psiquiátrica realizada en 1953 reveló que Durst sufría de problemas de salud mental, como una posible esquizofrenia.

A pesar de sus problemas de salud mental, Durst logró graduarse de la escuela secundaria y obtener un título en economía en la Universidad de Lehigh en Pensilvania en 1965. Intentó alejarse de su familia matriculándose en un programa de posgrado en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), pero finalmente regresó a Nueva York. Aunque Durst no tenía interés en trabajar en la empresa de su padre, aceptó un puesto como desarrollador en el negocio familiar mientras también abría una tienda de alimentos naturales en Vermont.

El turbulento primer matrimonio de Robert Durst – y la misteriosa desaparición de su esposa

En 1971, Durst conoció a Kathleen McCormack, una joven higienista dental que trabajaba en Manhattan y Long Island. La pareja se casó en 1973, pero su matrimonio fue tumultuoso desde el principio. Durante su matrimonio, Durst era abusivo hacia Kathleen, llegando incluso a obligarla a abortar.

El 31 de enero de 1982, Kathleen McCormack desapareció misteriosamente después de asistir a una fiesta. Durst afirmó que había tenido una pelea con su esposa esa noche y que la había llevado a la estación de tren para que tomara un tren a Manhattan. Durst incluso afirmó haber hablado con ella por teléfono después de su llegada a la ciudad.

Aunque trabajadores del edificio donde vivía la pareja afirmaron haber visto a McCormack esa misma noche, las pruebas más tarde revelaron que probablemente estaban equivocados. Además, la escuela de medicina donde McCormack estudiaba informó que ella había llamado para avisar de su ausencia después de su desaparición, pero se cree que esa llamada fue realizada por una amiga de Durst.

Las autoridades no encontraron pruebas concluyentes de la participación de Durst en la desaparición de su esposa y, por lo tanto, no lo arrestaron. En 1990, Durst solicitó el divorcio por “abandono conyugal”.

El asesinato de Susan Berman, amiga cercana de Robert Durst

Susan Berman, amiga cercana de Durst, se convirtió en su defensora no oficial después de la desaparición de McCormack. Berman defendía vehementemente la reputación de Durst, incluso llegando a manejar enfrentamientos con los familiares y amigos de McCormack.

En diciembre de 2000, Susan Berman fue encontrada asesinada a tiros en su casa de California. La investigación inicial sugirió varias teorías sobre quién podría haberla matado, incluido un posible ajuste de cuentas de la mafia o un conflicto con su casero. Sin embargo, una carta misteriosa dirigida a la policía de Beverly Hills que fue descubierta poco después del asesinato llevó la atención de la investigación de vuelta a Durst.

La carta, con una dirección mal escrita que Durst solía usar, llevaba la palabra “cadáver” y estaba fechada el día antes del descubrimiento del cuerpo de Berman. Además, Durst había dado a Berman $50,000 poco antes de su muerte. A pesar de negar cualquier participación en el asesinato de Berman, Durst fue considerado sospechoso.

La brutal muerte de Morris Black

En 2001, Morris Black, vecino de Durst en Texas, fue encontrado desmembrado en la bahía de Galveston. Durst, usando una identidad falsa, había asumido una nueva identidad en Texas y se había convertido en vecino de Black. Después de un altercado en el que Durst afirmó haber matado a Black en defensa propia, Durst fue arrestado, pero logró escapar bajo fianza.

Sin embargo, Durst fue arrestado nuevamente poco después por otros delitos menores. Durante la investigación, se encontró el carnet de conducir de Black en el coche alquilado de Durst. Durst fue juzgado por el asesinato de Black, pero logró convencer al jurado de que había actuado en defensa propia y fue absuelto.

Cómo un documental ayudó a resolver el caso

En 2015, se estrenó el documental “El jinete de la muerte” en HBO. Durante el documental, se revelaron nuevas pruebas que vinculaban a Durst con los crímenes que había cometido. En una entrevista grabada sin su conocimiento, Durst hizo una confesión incriminatoria: “Maté a todos, por supuesto“.

Estas pruebas y la confesión grabada llevaron a la detención de Durst poco antes del final del documental. En 2021, Durst fue condenado por el asesinato de Susan Berman, pero murió en prisión antes de ser juzgado por el asesinato de Kathleen McCormack.

A pesar de su muerte, el caso Durst sigue siendo un recordatorio escalofriante de cómo los individuos poderosos pueden manipular y controlar el sistema de justicia penal.

En conclusión, la historia de Robert Durst es un caso asombroso de crímenes ocultos durante décadas que finalmente fueron expuestos gracias a un documental. Su historia destaca la importancia del periodismo y la investigación en la búsqueda de la justicia.