En 2003, la policía de Berkeley, California arrestó a un hombre llamado Kenneth Parnell por intentar comprar a un niño de cuatro años. Pero no fue la primera vez que tuvo problemas con la ley. El hombre de 71 años había sido condenado previamente por secuestrar a otros dos niños. Un fiscal declaró durante el juicio de Parnell en 2004: “Ha sido un peligro para los niños toda su vida”.

Para ese momento, Parnell ya había cumplido condena por varios cargos. Fue declarado culpable de “robo de menores” en la década de 1950 y por el secuestro de Steven Stayner en 1972 y de Timmy White en 1980.

La historia de Steven Stayner fue recientemente presentada en el documental de Hulu, Captive Audience: A Real American Horror Story (2022). Pero, ¿quién era el hombre que lo secuestró y abusó de él durante siete años?

La difícil vida temprana de Kenneth Parnell

Nacido el 26 de septiembre de 1931, Kenneth Parnell tuvo una vida difícil desde el principio. El autor Mike Echols escribe en su libro I Know My First Name Is Steven (1999) que su padre abandonó a la familia cuando Parnell era joven. Supuestamente, Parnell reaccionó arrancándose cuatro dientes con alicates.

Como adolescente, Parnell supuestamente tuvo un encuentro sexual coercitivo con uno de los inquilinos de su madre, quien lo obligó a practicarle sexo oral. Fue alrededor de esta época en 1945 cuando tuvo sus primeros encuentros delictivos, robando vehículos y participando en “actos sexuales públicos”.

Parnell pasó los siguientes años entrando y saliendo de centros de detención juvenil y centros de salud mental y, en 1951, fue condenado por secuestrar y abusar sexualmente de un niño de nueve años. Por eso, Parnell fue enviado a prisión durante aproximadamente tres años.

Aunque Parnell siguió acumulando antecedentes penales: fue acusado posteriormente de violar la libertad condicional y de robo a mano armada, también se casó con su amor de la infancia y tuvo una hija. Sin embargo, el matrimonio se desmoronó cuando su esposa lo abandonó por otro hombre.

Luego, en 1972, Kenneth Parnell secuestró a Steven Stayner.

El secuestro de Steven Stayner

El 4 de diciembre de 1972, Steven Stayner, de siete años, regresaba a casa desde la escuela cuando se le acercó un hombre llamado Ervin Edward Murphy. Murphy le dijo a Steven que estaba recolectando dinero para su iglesia y le ofreció llevárselo a casa. Steven aceptó. Pero Kenneth Parnell estaba esperando en el automóvil. (Más tarde, Murphy declararía que pensaba que Parnell era un ministro; fue declarado culpable de secuestro y condenado a cinco años de prisión.)

Parnell llevó a Steven a una cabaña en Catheys Valley, donde Echols escribe que Parnell abusó sexualmente de él esa noche y comenzó a violarlo dos semanas después. Parnell también le dijo al niño de siete años que su familia ya no lo quería y que él, Parnell, lo estaba adoptando.

Según se informa, Parnell fingió recibir una llamada telefónica de la madre de Steven frente a él para completar la farsa, y le dijo al niño que un juez le había otorgado la custodia. Parnell también cambió el nombre de Steven a “Dennis Parnell” y lo inscribió en la escuela.

Aunque Steven Stayner parecía normal para muchos de sus compañeros de clase, era un cautivo psicológico. Parnell alternaba entre abusarlo sexualmente y tratarlo bien, y Steven creía que Parnell lo lastimaría físicamente si intentaba escapar, y que su familia, que rápidamente desaparecía de su memoria, ni siquiera lo extrañaba.

Pero eso cambió en 1980. Entonces, Kenneth Parnell le dijo a Steven Stayner que ya estaba envejeciendo y que planeaba secuestrar a un niño más joven.

El secuestro y escape de Timmy White

Kenneth Parnell puso su plan en acción el 14 de febrero de 1980. Luego, con la ayuda de un adolescente llamado Randall Sean Poorman, a quien Parnell pagó con $50, marihuana y alcohol, secuestró al niño de cinco años, Timmy White.

Parnell llevó a Timmy a la cabaña de una habitación donde vivía con Steven y le tiñó el cabello de castaño al niño más joven. Pero Steven, quien entonces tenía 14 años, decidió que no podía quedarse de brazos cruzados y permitir que Parnell lastimara a otro niño.

“No podía ver sufrir a Timmy”, explicó Steven más tarde a Newsweek, según el Seattle Times. “Fue mi oportunidad de hacer o morir, y también sería el regreso a casa por hacer algo positivo”.

El 1 de marzo de 1980, Steven escapó de la cabaña de Parnell con Timmy y se hicieron autoestopistas durante 40 millas hasta una estación de policía. Había rescatado a Timmy, pero Steven todavía no estaba listo para rescatarse a sí mismo. Dejó a Timmy en la comisaría de policía e intentó alejarse. Pero el niño más joven corrió detrás de él. Incluso al hablar con la policía, Steven vacilaba entre defender a su secuestrador y decir que nunca quería volver a ver a Kenneth Parnell.

La policía arrestó de inmediato a Parnell. Sin embargo, no se le acusó de ningún delito sexual porque, en ese momento, no agregarían tiempo a su condena. Posteriormente, fue declarado culpable de secuestrar tanto a Steven como a Timmy y sentenciado a siete años de prisión.

Pero en 1985, Kenneth Parnell obtuvo la libertad condicional.

El último delito de Kenneth Parnell

Mucho cambió después del arresto de Kenneth Parnell en 1980. La familia de Steven Stayner sufrió múltiples tragedias, primero con la muerte de Steven en un accidente de motocicleta en 1989 y luego con la condena de su hermano, Cary, quien fue declarado culpable en 2002 de asesinar a cuatro mujeres.

Parnell, sin embargo, se mantuvo alejado de las noticias. Hasta 2003.

Entonces, el hombre de 71 años fue arrestado por intentar comprar a un niño de cuatro años por $500. Según informa SF Gate, aunque Parnell intentó argumentar que deseaba que el niño experimentara “el amor y el respeto” de una relación padre-hijo y que no tenía intención de dañar al niño, las grabaciones telefónicas comprometedoras dificultaron la defensa de su abogado en el tribunal.

“Fue un caso difícil de defender, porque realmente lo escuchas preguntar por el niño”, dijo su abogado defensor a la publicación.

Según la ley de “tres strikes” de California, Kenneth Parnell fue condenado a 25 años de cadena perpetua. Murió en prisión en 2008 a los 76 años.


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